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A lo largo de su vida, Madre Trinidad contó con el apoyo de numerosas hermanas, muchas de ellas poco conocidas. Dentro del marco del Centenario de la Congregación, y a través de esta serie de blogs, nos proponemos presentar a estas valientes mujeres que, a pesar de las difíciles adversidades que enfrentaron, entregaron sus vidas al amor del Señor, en espíritu y verdad.

MADRE TERESA:

La Madre Teresa fue una Madre que acompañó a la Madre Fundadora. Estuvo en Lisboa como Superiora y pasó por otras Comunidades. Según sor Noêmia, ella era una santa. Murió en Granada.

Muchas fueron las cartas que recibió de Madre Trinidad, esta, se refería a Madre Teresa como “mi buena Teresa”.

«Ya ve, mi M. Teresa, que como tanto deseo imprimir en las hijas fieles ese espíritu de abnegación de sí… con un amor desinteresado y generoso a Jesús dulcísimo, me expansiono sin darme cuenta con V. C., que siente como su pobre Madre y querría, que como historiadora o cronista, grabe ese espíritu que pido a todas desde hace muchos años… ». [Extracto de una carta de Madre Trinidad enviada a Madre Teresa, 28 de noviembre de 1946]

 

MADRE CARMEM MARIA DA ADORAÇÃO:

Madre Carmen nació el 20/11/1907 en Gojar-Granada.

El 16/07/1936 llegó a Portugal. Sucesivamente en Braga, Porto, Carnide, Laveiras, etc… ocupando los cargos de Maestra de Formación de Postulantes y Novicias, y también de Superiora.

En el cambio realizado en las Comunidades a la Congregación de las Esclavas de la Sagrada Eucaristía y de la Madre de Dios, la Madre Carmen, deseando seguir siendo Clarisa de clausura como vivía, abandonó la Congregación, siendo aconsejada fundar un Monasterio para aquellas Hermanas que quisieron seguirla, restaurando así la Orden en Portugal. Con licencia de la Santa Sede fundó el Monasterio de S. José en Vila das Aves y más tarde en Cruz do Pêlo en Famalicão. Por tanto, Madre Carmen fue la restauradora de la Orden de las Clarisas en Portugal, trabajo realizado con mucho gusto, pero también con mucho sacrificio.

Madre Carmem estuvo siempre acompañada por Sor Amada durante la fundación, y luego viviendo en el claustro, en el Monasterio de Vila das Aves.

¡Queridas Madre Teresa y Madre Carmem, recordadnos junto al Señor!

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