MADRE TRINIDAD CARRERAS HITOS
Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios
Más sobre el tema“El Señor será tu fortaleza, y solo en Él pon siempre tu confianza”.
M. Trinidad
«Ante todo serán fieles en valorar el precioso tesoro que nuestro Señor les ha confiado en los niños”.
M. Trinidad
La Madre Trinidad del Purísimo Corazón de María nació en Monachil, Granada el 28 de Enero de 1879
Desde el seno familiar bebió una ardiente devoción a la Sagrada Eucaristía y una profunda experiencia de la maternidad de Nuestra Señora. Ingresó en el convento de Capuchinas Clarisas de San Antón en Granada donde vivió feliz cerca de cuarenta años en verdadera entrega al Señor y a sus hermanas.
En sus muchas horas de oración intuyó llamadas del Señor a la adoración eucarística, a la renovación de la vida monástica, al acercamiento de los niños la Eucaristía…
Madre Trinidad con la comunidad de Chauchina.
“Tengo una confianza grandísima en nuestro buen Jesús Sacramentado que siempre fue la luz y fortaleza de mi pobre alma… el Señor será tu fortaleza, y solo en Él pon siempre tu confianza”.
M. Trinidad
“Hija de mi alma, mucha fe y confianza en Dios; con grandes deseos de humildad y sacrificio, serviremos al Señor de verdad”.
M. Trinidad
“¡Oh mi Jesús dulcísimo, cómo mi corazón se enardece y vuela hacia ti, cuando siento acabar con la vida de este cuerpo miserable! ¡Me parece veo la vida venidera donde he de unirme a ti sin temor a perderos!”.
M. Trinidad
M. Trinidad con la comunidad de Berja, primera casa de la Congregación.
Fueron años de discernimiento en largos tiempos de oración y consultas con maestros espirituales y sobre todo con el Cardenal Arzobispo de Granada que le llevaron a entender que era voluntad de Dios, dejar aquel oasis de paz y emprender una nueva andadura.
En el año 1925 dejó el convento de San Antón, junto con otras once monjas para fundar la Congregación de Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios, destinada a adorar a Jesús-Eucaristía y a educar cristianamente a niños y jóvenes.
Tres iconos presidieron toda su vida: la Cruz, cayado que la sostuvo en las dificultades y el dolor; el Pan de la Eucaristía del que alimentó su amor; la estrella María que la guió en el camino de fidelidad y la entrega.
M. Trinidad con alumnas en Portugal.
Reconocemos en su vida a una mujer de Dios y una mujer de Iglesia, de ahí el encargo que dejó a sus hermanas: “mucha vida interior y mucho amor a la Iglesia” .
Fundó casas y obras educativas en España:
- Berja (Almería), Granada, Madrid, Bilbao y Sobrado do Bispo (Ourense) .
- En Portugal: Braga, Oporto, Lisboa, Laveiras y Viana de Alentejo.
- México: México D.F.
El 15 de Abril de 1949 partió al encuentro definitivo con el Señor “el único –decía- capaz de corresponder a las fuertes y dulcísimos deseos de mi corazón”.
El 4 de octubre de 2008, la Delegación de las Causas de los Santos de la diócesis de Madrid da por concluido el proceso diocesano de canonización y la causa se traslada a la Ciudad del Vaticano. En este momento se encuentra en elaboración la «positio», el documento en el cual se recogerá la investigación que demostrará la vida de santidad de esta insigne granadina. Ya se promulgó el decreto de validez que reconoce las «virtudes heroicas» de Madre Trinidad. El proceso se encuentra en su última fase. Ahora la postulación debe presentar un milagro que será comprobado por expertos y teólogos. Simultáneamente en los distintos lugares en los que la congregación tiene comunidades se trata de dar a conocer la vida y obra de Madre Trinidad y de difundir su fama de santidad. La documentación ya está en Roma, donde se realiza la última fase del Proceso para el reconocimiento de su santidad.
ORACIÓN A MADRE TRINIDAD
Bendito seas mi Señor por la humildad profunda de Madre Trinidad, por su ardiente amor a la Santísima Eucaristía y por la confianza que depositaba en la Virgen María, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia. Bendito seas también, por el deseo que le abrasaba de acercar todas las personas a Jesús, tu Hijo y a su Santo Evangelio. Si fuera de tu agrado elévala al honor de los altares y que la Iglesia la proponga como ejemplo de virtudes cristianas. Concédenos por su intercesión, las gracias que te pedimos. Amén
Padre Nuestro, Ave María y Gloria